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Sábado, 18 enero 2025
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Los cuatro posibles orÃgenes de los mensajes
Cualquiera que niegue los mensajes de La Verdadera Vida en Dios o dude de su autoridad divina tiene que enfrentarse inevitablemente a la pregunta: ¿De dónde, entonces, provienen los mensajes? En respuesta a esta cuestión sólo encontraremos cuatro alternativas: (1) Vassula Ryden ha inventado los mensajes y los está haciendo pasar como comunicados de Dios. (2) Vassula Ryden es una persona demente y los mensajes son fruto de sus alucinaciones que le hacen creer que está hablando con Dios. (3) Los mensajes de La Verdadera Vida en Dios provienen del Diablo, o de algún otro espÃritu maligno. (4) Los mensajes de La Verdadera Vida en Dios son exactamente lo que pretenden ser: mensajes de Dios; del Dios de Abraham, de Isaac y de Jacob; de la SantÃsima Trinidad de Dios Padre, Dios Hijo Jesucristo y Dios EspÃritu Santo. ¿Se trata de una meditación personal o de una alucinación? La idea de que Vassula Ryden – que antes de 1985 apenas habÃa pisado la Iglesia y no tenÃa ninguna formación teológica ni verdadero conocimiento de la Biblia – hubiera podido inventarse ella misma esos mensajes es sencillamente imposible. ¿Por qué razón hubiera ella querido inventarse los mensajes y pasar por profeta de Dios? Hasta 1985 vivió una vida familiar perfectamente normal y feliz, dedicando su tiempo a pintar, jugar al tenis y hacer vida social. No tenÃa ninguna razón para querer cambiar su vida y menos aún para empezar a mentir no sólo a todos sus conocidos, sino también a todos los que iba encontrando diciéndoles que estaba recibiendo mensajes de Dios. Esta reflexión , por tanto, invalida la opción (1). Y de igual modo hay que rechazar la opción (2), pues la idea de que alguien que sufre alucinaciones pueda producir 600.000 palabras de intachable teologÃa – o como sus oponentes argumentarÃan, ‘casi’ intachable teologÃa –es imposible. Esto nos deja reducidos a las opciones (3) y (4). Puesto que las opciones (1) y (2) no son viables, los más virulentos oponentes de Vassula se ven obligados a sostener – cuando se enfrentan a la pregunta sobre el origen de los mensajes – que Vassula recibe esos mensajes del Diablo, o como probablemente preferirÃan llamarlo, de un “espÃritu malignoâ€. Pero de nuevo nos vemos obligados a rechazar esa otra opción. ¿Cómo es posible que Vassula haya sido objeto de semejante estafa durante más de veinte largos años, mientras el Diablo conseguÃa engañarla consistentemente haciéndole creer que los mensajes que recibÃa eran de Dios cuando de hecho eran de él? Hay que preguntarse por qué extraña razón harÃa esto el Diablo. Consideremos los hechos siguientes: 1- La lectura de los mensajes lleva a la conversión Por el contrario, los cristianos no practicantes que leen los mensajes y creen que son auténticos encuentran que su fe y su entendimiento de Dios se profundizan y que su vida de cristianos se vuelve más intensa y más en conexión con Dios. ¿Por qué querrÃa el Diablo cambiar asà las vidas de los cristianos, tanto no practicantes como practicantes, a través de los mensajes de La Verdadera Vida en Dios? 2- Los mensajes van en contra de Satanás. El 7 de marzo de 1987 Vassula recibe una visión terrorÃfica del infierno y del Diablo, y seguidamente un mensaje dice: ‘Quiero que Mis hijos entiendan que sus almas viven y que el maligno existe; todo lo que está escrito en Mi Sagrada Palabra no es un mito: Satanás existe y busca la ruina de vuestras almas; sufro al veros aletargados y ajenos a su existencia; Yo vengo para haceros advertencias, para daros señales, pero, ¿cuántos de vosotros leen Mis advertencias como si fueran cuentos de hadas?’ De nuevo nos preguntamos, ¿por qué iba el Diablo a darnos ese aviso en su contra? Hay muchos mensajes en contra del Diablo 4- Los mensajes nos advierten de la existencia del Infierno Uno de esos mensajes, recibido el 22 de octubre de 1996, dice: ‘Os digo solemnemente que el hombre que se lance voluntariamente a los pies de la Bestia, adorándolo y aceptando sus reinos del mundo, será arrojado al fuego del infierno’. Otro mensaje recibido el 9 de agosto de 1988 dice: ‘¡Si supieras cuántas almas caen cada dÃa en el infierno! Su número es alarmante… desde cardenales hasta niños pequeños’. Nos guste o no la idea de que exista un Infierno, nos resulte ofensiva o no la idea de que tanta gente vaya al Infierno, la pregunta persiste: ¿Por qué querrÃa el Diablo aterrarnos tanto ante la posibilidad de ir al Infierno? ¿Para que no caigamos en él? 5- Los mensajes estimulan a la conversión 6- Los mensajes estimulan a rezar a San Miguel 7- Consideremos los intereses del Diablo Pero nosotros, a nuestra vez, podemos preguntar: ¿qué gana exactamente el Diablo difundiendo los mensajes de La Verdadera Vida en Dios? ¿Qué beneficio saca de ello para estar dispuesto a correr el riesgo de que a través de ellos la gente se convierta y crea en Dios, que crea además que el Diablo es repulsivo y que ha de ser evitado a toda costa, que crea en el Infierno y en la necesidad de evitar cualquier cosa que les pueda conducir a vivir allà para toda la eternidad, que empiece a llevar una vida que muchos considerarÃan extremadamente piadosa, y encima rece cada dÃa pidiendo protección contra el Diablo? En resumen: ¿qué gana exactamente el Diablo haciendo que la gente crea en los mensajes de La Verdadera Vida en Dios? Esta pregunta no ha sido nunca planteada por los crÃticos de Vassula Ryden – hasta el momento, que sepamos – porque no hay ninguna respuesta convincente. Lo máximo que cualquiera de sus crÃticos podrÃa argumentar, si se planteara la cuestión, es que hay uno o dos errores doctrinales en los mensajes de La Verdadera Vida en Dios – cosa que por supuesto negarÃamos – y que dichos mensajes han sido comunicados por el Diablo para inducir a la gente a caer en esos errores. Pero esta respuesta carece totalmente de peso. Nadie va a ir al Infierno – objetivo prioritario del Diablo – porque su teologÃa contenga uno o dos errores. Por el contrario, miles y miles de personas que leen los mensajes de La Verdadera Vida en Dios y creen en su autorÃa divina, evitarán ir al infierno precisamente por el cambio de vida que esa lectura y esa convicción han provocado en ellos. Si los mensajes de La Verdadera Vida en Dios provinieran del Diablo, representarÃan un monumental error de juicio por su parte, y nadie ha sido jamás capaz de decir que el Diablo no sea inteligente. Y finalmente podemos preguntar a quienquiera que siga argumentando – contra toda lógica y razón – que los mensajes de La Verdadera Vida en Dios provienen del Diablo: ¿y dónde está Dios en todo este asunto? He aquà una mujer que hasta 1985 llevaba una vida totalmente satisfactoria, normal y feliz. Y – según sus detractores – el Diablo la engaña entonces, haciéndola creer que recibe mensajes de Dios. Y veintitantos años más tarde, tanto ella como miles y miles de otras personas – teólogos, sacerdotes y laicos – siguen engañados. ¿Dónde está Dios? ¿Por qué iba Él a permitir que sucediera algo asÃ? Cada dÃa, Vassula y esos miles y miles de personas que creen en los mensajes de La Verdadera Vida en Dios ruegan ‘…y no nos dejes caer en la tentación, mas lÃbranos del mal.’ ¿Acaso Dios no iba a responder a esas oraciones, dejando sobradamente claro el auténtico origen de los mensajes de La Verdadera Vida en Dios? De nuevo no encontramos respuesta alguna que resulte convincente para justificar ese supuesto engaño que alegan sus detractores. Conclusión Quienes rechazan los mensajes de La Verdadera Vida en Dios porque ponen objeciones al ‘tono’ de los mensajes o porque no están de acuerdo con algo que según ellos es como los ‘guÃas ciegos’ de la Biblia, que ‘cuelan el mosquito y se tragan el camello’ (Mateo 23,24). No están dispuestos a creer en algo que en realidad es muy fácil de creer: que Jesús pueda hablar de una manera tan Ãntima con alguien como Vassula según lo hace en los mensajes de La Verdadera Vida en Dios, o que Jesús diga ciertas cosas que dice en esos mensajes. Y sin embargo están dispuestos a creer en algo que es literalmente insostenible: que los mensajes de La Verdadera Vida en Dios han sido inventados por Vassula Ryden, o que son producto de sus dementes alucinaciones, o que provienen del Diablo. Reflexiónenlo ustedes mismos. |